El decreto habilitante N° 8.791, con el cual el presidente
Hugo Chávez dictó la Ley Orgánica del Consejo de Estado reza en uno de los párrafos
de su exposición de motivos:
“Una visión interinstitucional integrada en la representación de
diversas ramas del Poder Público, permitiría enfrentar simultáneamente las
necesidades que plantea el pueblo. Es por ello, que el funcionamiento del
Consejo de Estado garantizaría un análisis completo, interdisciplinario y
objetivo de las políticas que vayan a ser dictadas por el Ejecutivo Nacional y
complementaría la toma de decisiones y la ejecución de los planes que sean
implementados en beneficio del desarrollo nacional.”
Su articulado norma que el
Consejo de Estado debe sesionar cada quince días y ordena dictar (dentro los
primeros 90 días de funcionamiento) su reglamento interno donde, -entre otras
cosas-, se debe establecer el mecanismo para seleccionar a los voceros(as) de
las organizaciones de base del Poder Popular.
Sin duda es una potente
herramienta constitucional con la que cuenta nuestro presidente.
Para variar, nuestro líder supremo,
en esta área también nos dejo el camino trazado y bastante adelantado. Dejó nombrados a sus integrantes, obviamente de su plena confianza, éstos son: como
miembros principales a Luis Brito García, José Vicente Rangel, Roy Chaderton
Matos, Germán Mundaraín y Carlos Rafael Giacopini; sus suplentes: Imelda Rincón de Maldonado,
Soraya El Achkar, Miguel Pérez Abad, Samuel Moncada y Jesús Rafael Martínez.
Miembros representantes del Legislativo, Judicial y Gobernadores: Tania Díaz, Gladys
Gutiérrez y Ramón Rodríguez Chacín con sus suplentes Earle Herrera, Fernando
Vegas Torrealba y Luis Acuña respectivamente.
También es importante
recordar que esta Ley lleva su rúbrica, con ella cumple con la propuesta de
nuestro Libertador Simón Bolívar en el Congreso de Angostura, que 180
años fue incluida en nuestra Constitución Bolivariana.
A todas luces estamos en mora con
la puesta en marcha del Consejo de Estado. Este potente foro de consulta ha sido
convocado en contadas oportunidades mas con fines mediáticos que para cumplir
su razón constitucional.
Nuestra patria navega sorteando
fuertes tormentas que van desde el saboteo interno, campañas de descrédito,
tenaz guerra económica, aderezada de una corrupción impune dentro y fuera de
las filas revolucionarias, hasta intentos de magnicidio y linchamiento político.
Esta realidad nos invita a reflexionar sobre la importancia, potencia y
pertinencia del Consejo de Estado.
La continuidad de la revolución
bolivariana es vital, la cultivación y cuidado esmerado de una generación con
verdadera ética socialista, solidaria,
honesta y eficiente no puede dejar de ser nuestro norte común.
El sabio aporte de los
integrantes del Consejo de Estado pueden y deben encender el faro guía que apoyado
en nuestra Constitución Bolivariana, el Plan de La Patria y el ejemplo de
nuestro líder eterno, sabrá limpiar de piedras el camino, piedras que algunos
usan para destruir años de lucha pacífica y exitosa. #LuchaChavista
Lamentablemente ese faro guía, en
estos momentos, no enciende.
Fernando Luis Vegas
@fvegas15
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