Con cada evento que ocurre en el decadente sistema financiero occidental, se confirma la
visión estratégica y acertada del presidente Chávez en cuanto a la necesidad de
independizarnos financiera y monetariamente del petrodólar fiduciario.
Consideramos pertinente reproducir un artículo publicado por
la agencia de noticias Sputnic en agosto de 2011. ¡No tiene desperdicio!
Las
razones de Chávez para sacar el oro y las divisas de Venezuela de los bancos de
Occidente (22/08/2011)
Recientemente, el presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, confirmó planes para repatriar las reservas de oro, así como retirar
las divisas de su país depositadas en Estados Unidos y Europa, para
consignarlas en bancos de Rusia, China, India, Brasil y Sudáfrica, porque
recela mucho de la solvencia del sector bancario occidental amenazado por las
nuevas crisis.
Recientemente,
el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, confirmó planes para repatriar
las reservas de oro, así como retirar las divisas de su país depositadas en
Estados Unidos y Europa, para consignarlas en bancos de Rusia, China, India,
Brasil y Sudáfrica, porque recela mucho de la solvencia del sector bancario
occidental amenazado por las nuevas crisis.
En realidad,
la noticia fue anunciada por la oposición, y posteriormente, el gobernador del
Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, confirmó que su entidad
devolverá y depositará en las arcas del BCV al menos 211,35 toneladas de oro,
por un monto de 11 mil millones de dólares.
Merentes
indicó que el gobierno también planea reinvertir las reservas en divisas en los
mercados de los países emergentes, en las actuales circunstancias más seguros
que la economía europea y estadounidense.
Según el
BCV, para comienzos de agosto las reservas internacionales de Venezuela
ascendieron a 29.000 millones de dólares, de las cuales 63% están en oro.
Por un monto
de 6.500 millones de dólares, las reservas en efectivo e instrumentos
negociables están depositadas en el Reino Unido (17,90%), Panamá (0,67%),
Estados Unidos (11,31%), Alemania (0,68%), Francia (6,48%) y Suiza (59,17%).
Entre las
entidades bancarias que custodian las reservas operativas venezolanas figuran
el Banco de Pagos Internacionales de Basilea (BPI), el Barclays Bank, de
Inglaterra, BNP Paribas de Francia, el Deutsche Bank, el JP Morgan y la Reserva
Federal de EEUU, y el Banco Mundial.
Mientras que
el oro venezolano se encuentra depositado en JP Morgan Chase &Co, Barclays
Pl, Standart Chartered Plc, Bank of Nova Scotia y otros. La mayor parte, 99
toneladas de oro se encuentra en bancos británicos desde 1980.
Desde el punto
de vista práctico, la repatriación del oro venezolano será una empresa
digna de verse, pues por el Océano Atlántico se transportarán más de 17.00
lingotes estándar de puro oro, de 400 onzas cada uno, la mayor movilización de
este metal precioso del mundo en muchos años.
Según
expertos, el encarecimiento continuado del oro en el mercado mundial (1.800
dólares por onza troy) y la debilitación del dólar condicionaron la decisión
del gobierno venezolano.
Y también
por razones operativas ya que, menos de una cuarta parte del oro y las divisas
se encuentran en el país, y de hecho, la mayor parte se encuentra en poder de
Occidente.
Teniendo en
cuenta las relaciones de Chávez con el gobierno estadounidense y algunas
capitales europeas, también es un riesgo porque potencialmente, en cualquier
momento, esas reservas pueden quedar congeladas en el caso de que la Casa
Blanca o la Unión Europea impongan sanciones contra Venezuela.
Una
posibilidad que confirmó una nota editorial publicada recientemente por el
Financial Times al destacar que, “el gobierno socialista de Venezuela está
seriamente nervioso ante el hecho de que miles de millones de sus dólares se
encuentran bajo el control de bancos controlados por gobiernos capitalistas que
los pueden congelar como ocurrió con las reservas libias”.
La oposición
venezolana acusa a Chávez de ser una marioneta de los países del grupo BRICS
(Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) porque los gobiernos de esos país han
pedido trasferir las divisas venezolanas a sus bancos, como garantía a los
préstamos hecho por el BRICS a Caracas.
En los
últimos 16 meses, Venezuela recibió créditos del BRICS por un monto de 34.000
millones de dólares, de ellos, 28.000 millones concedidos por China.
De esta
forma, a corto plazo, las divisas de Venezuela pueden ser
depositadas en bancos chinos.
Los planes
de Chávez de repatriar el oro y movilizar sus divisas tendrán repercusiones en
la situación financiera mundial de por si inestable ante los malos presagios
por la deuda pública y el déficit presupuestario de EEUU y la deudas soberanas
de países clave de Europa como Italia y España.
Citando
expertos, la prensa occidental considera que Chávez podrá tener problemas para
movilizar sus reservas en dólares de los bancos europeos y estadounidenses a
los bancos del BRICS porque por sus volúmenes ese tipo de transacciones deben
ser avaladas por las autoridades estadounidenses.
Otra
circunstancia que aumentará el disgusto de Occidente contra Chávez fue el
anuncio de nacionalizar la explotación de oro, en un país con reservas notables
de ese metal.
Teniendo en
cuenta que en el Consejo Mundial del Oro, Venezuela ocupa el 13 puesto por
reservas mundiales de oro, la propuesta de Chávez estimulará adicionalmente el
encarecimiento del oro, repercutiendo de forma negativa en las economías
de EEUU y países europeos influyentes.
A partir de
la experiencia que ha tenido Irán, Libia, Egipto y Túnez, una buena parte de la
opinión pública rusa consideran posible que Venezuela sea castigada por EEUU y
Europa con sanciones como la congelación de sus activos depositados el
exterior.
Expertos en
la prensa moscovita, resaltan que Chávez intenta tomar la iniciativa y asegurar
la integridad de las reservas venezolanas en lugares seguros entre los países
del BRICS.
Sondeos en
la prensa moscovita indican que la mayoría de los rusos creen que la situación
se puede repetir en Libia en cualquier país del mundo, y entre esos
países candidatos figura Venezuela.
Es decir,
incitar a la actual oposición venezolana para que emprenda una campaña de
desobediencia civil combinada con marchas y manifestaciones con el fin de
derrocar a Chávez, que para la prensa internacional occidental sería el
nuevo tirano de turno.
En las
actuales circunstancias, las manifestaciones pacíficas fácilmente se podrán
convertir en desórdenes sangrientos con la consecuente denuncia de genocidios
contra la población, la formación de Consejos transitorios y así sucesivamente
siguiendo más menos el guión libio.
Así, además
de las razones netamente económicas, Chávez tiene motivos para sacar las
reservas de su país de Occidente, y por lo visto, se anticipa, para que no pase
lo que ocurrió con los activos de Libia.
Porque la
operación de la OTAN para defender la población de Libia costó mucho, y es muy
poco probable que el tras el triunfo de la revolución, que ya parece inminente,
el Consejo de Transición de Libia, y talvez, el pueblo libio, recibirá
todos los dólares que tenía Gadafi escondidos en los bancos de EEUU y Europa.
"El que tengas ojos, que vea." HCF
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